Cuando queremos renovar nuestro look es porque sentimos que le falta un toque de distinción. Con ello no me refiero a que sea algo muy elegante, sino que nos ayude a marcar nuestro estilo de una forma fresca y moderna.
Ya que el cabello es el “marco del rostro”, qué mejor manera de devolverle el brillo perdido que con una buena dosis decolor. Puede ser en nuestra tonalidad natural o en diversos matices a partir de los llamados “rayitos”.
Estas populares aplicaciones consisten en pintar en otros tonos -generalmente contrastantes- varios mechones de pelo, los cuales pueden estar a diferente altura y separación dependiendo el tipo de corte de quien los usa.
Precisamente antes de realizar el teñido es recomendable cortar el cabello (al menos las puntas) para tener una idea más exacta de dónde ubicar los rayitos y que la renovación sea total.
Si es la primera vez que vamos a ponernos rayitos, lo mejor es recurrir a las iluminaciones, quedegradan el color de la cabellera y la preparan para tintes más fuertes (el estilista nos dirá cuándo será el siguiente paso).
A propósito de las sustancias de los tintes, debemos practicar un acondicionamiento capilar dos días antes para que nuestro pelo no sufra daños, sobre todo si tenemos un cuero cabelludo sensible. Asímismo, cuando vayamos al salón de belleza, solicitemos un tinte sinamoníaco, que podría irritar la piel.
Por lo menos al inicio y sin un experto al lado no les recomiendo que practiquen el teñido de rayitos en casa, pues la falta de precisión y calidad del tinte podrían ocasionar un acabado poco agradable.
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